6. Mareos,
desvanecimientos y vértigo: Los mareos tienen muchas causas, pero en la menopausia
son producidos por la escasez de estrógenos, que trastornan un tanto el
funcionamiento de los vasos sanguíneos afectando al sistema nervioso. Otras
veces, los mareos pueden aparecer como consecuencia
de otros síntomas de la menopausia como la fatiga o el insomnio.
También están relacionados estos mareos con otros trastornos de la menopausia, como pueden ser el zumbido en los oídos, las palpitaciones, las náuseas y la ansiedad. En cualquier caso, cuando aparezcan los primeros mareos conviene acudir al médico para descartar que la causa sea alguna otra dolencia y no sean producto de la menopausia.
7. Fatiga:
Los cambios en los niveles hormonales, especialmente el estrógeno, son la causa de la fatiga en la menopausia, así
como de otras señales.
Los sofocos y el insomnio son dos de las causas que impiden el descanso de la mujer, lo que puede provocar cansancio o fatiga. También las depresiones son más comunes durante esta etapa, y pueden casar falta de ánimo o fuerzas para emprender nuevos proyectos.
Además de acudir al ginecólogo para que nos recete, si es necesario, una terapia hormonal con vitamina B, existen pequeños cambios de rutina que pueden ayudar a evitar la fatiga durante la menopausia como:
1) reducir el nivel de alimentos como el café o el té,
2) realizar ejercicio físico,
3) dormir en una habitación ventilada y fresca,
4) beber al menos dos litros diarios de agua,
5) hacer cenas ligeras y esperar al menos tres
horas después de haber comido antes de ir a dormir
6) realizar terapia de relajación
8. Aumento de peso: Las
posibles causas del aumento de peso durante la menopausia son:
• Genética. Se piensa que la forma en que se acumula la grasa corporal es parecida a como lo hace en familiares directos como la madre o hermana.
• Hormonal. Es posible que la disminución de los niveles de estrógenos que se producen durante la menopausia ocasionen ciertos efectos sobre algunos neuropéptidos relacionados con el control del apetito que hacen que aumenten las ganas de comer, y por tanto el peso.
La leptina una proteína producida por el tejido adiposo (grasa) podría estar enviando una información incorrecta al cerebro sobre la cantidad de grasa que hay, evitando el control activo que éste ejerce sobre la disminución del peso corporal.
También es el caso de la colecistoquinina (CCK), una sustancia directamente relacionada con la concentración de estrógenos, y que actúa sobre el control del apetito. Si disminuyen los niveles de estrógenos, los niveles de colecistoquinina también, y por lo tanto no pueden ejercer su efecto sobre el control del apetito.
Y por último, el aumento de la galanina en la menopausia hace que las mujeres tengan más apetito por las comidas muy grasas.
• Ciclo menstrual. Las personas que tuvieron su primer embarazo a una edad temprana, las que aumentaron mucho de peso durante los embarazos, y las que amamantarona a sus hijos durante poco tiempo, también tienen tendencia a engordar durante la menopausia.
• Personales. Una mala alimentación, poca actividad física, aumentan la probabilidad de subir de peso durante la menopausia.
9. Depresión:
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se
caracteriza por la percepción o sensación de infelicidad, tristeza, melancolía,
durante un largo periodo (aproximadamente 2 semanas), pudiendo incluso llegar a
perder las ganas de vivir en fases más avanzadas.
La depresión puede aparecer como:
• un estado de ánimo normal que dura poco
tiempo y que ocurre por cosas cotidianas de la vida.
• un síntoma cuando tiene una duració de al
menos 2 semanas.
• un estado clínico cuando es necesaria la
ayuda de profesionales especializados como el psiquiatra.
Durante la menopausia, la depresión es más marcada ya que hay una disminución considerable de ciertas hormonas como los estrógenos y la testosterona, estas fluctuaciones hormonales, junto con estrés que genera aspectos como una nueva imagen corporal, la sexualidad, la infertilidad o el envejecimiento, puede provocar una angustia emocional que puede causar cambios de humor, y en ocasiones desencadenar una depresión.
10. Dolor en las articulaciones: El
dolor articular no se encuentra entre los trastornos frecuentes de la
menopausia porque tradicionalmente se considera una dolencia producto de la
edad y del proceso de envejecimiento.
Sin embargo, su relación con otra de las enfermedades características de la mujer en la menopausia, como es la osteoporosis y el inconveniente que supone para realizar las actividades diarias con normalidad, nos llevan a interesarnos por el dolor articular en la menopausia.
Porque el dolor en las articulaciones puede estar motivado por una artritis reumatoide, o lo que es lo mismo, una inflamación de las articulaciones. Este dolor también puede estar provocado por la osteoporosis o cualquier otro problema derivado del debilitamiento de la masa ósea.
Y también existe ese dolor en las articulaciones que surge como uno de los primeros síntomas de la menopausia y que con el tiempo o desaparece o se vuelve más intenso según el estado de nuestros huesos. Por eso es tan importante prevenir el dolor articular y asegurarnos una buena salud ósea y muscular que nos permita tener una mejor calidad de vida.
